Hace unos días, en clase, tuvimos la oportunidad de ver el primer capítulo de la tercera temporada de la serie británica Black Mirror, "Nosedive".
El capítulo se ambienta en un futuro en el que el mundo está organizado según la puntuación que cada persona obtiene en una red social en la que todos están metidos. En ella, las personas publican absolutamente todo, que hacen, con quién, dónde... y todo en tiempo real; mientras otras puntúan con estrellas (de 1 a 5) si les gusta o no lo que ven. Además, tras encontrase con alguien, ambas personas puntúan ese encuentro. Las estrellas que cada persona posee son lo más importante, equivalen a lo que en la sociedad de hoy podría ser el dinero, ya que les permiten optar por buenos puestos de trabajo, acceso a lugares restringidos a un determinado número de estrellas y, incluso, a viviendas.
La protagonista del capítulo tiene un número medio/alto de estrellas, pero se esfuerza a diario por subir más y más. Vive con su hermano, que tiene muy poca puntuación, pero no le preocupa, ya que considera que ese sistema sólo lleva a la falsedad en las relaciones entre personas y a la felicidad fingida, ya que el estrés por subir o mantenerse en una puntuación privilegiada es extremo.
Pienso que el mundo que se nos muestra en este capítulo es un futuro bastante posible para el nuestro, ya que el fenómeno de las redes sociales crece, y , a pesar de sus muchas ventajas, su mal uso puede traer consecuencias muy negativas para el usuario. Mucha gente deposita su autoestima en el número de "me gusta" y comentarios que recibe en sus publicaciones, sin embargo, para no terminar volviéndonos locos como la protagonista del capítulo, y el mundo en el que vive en general, conviene ver las redes sociales como lo que son, fuente de comunicación y entretenimiento, nada más.
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